viernes, agosto 01, 2014

Barsoom: la revista del pulp y la literatura popular, número 11 (primavera 2010)


Es sencillamente fantástico que este número de Barsoom dé inicio nada más y nada menos que con nuestro admirado Harry Stephen Keeler. Javier Jiménez Barco escribe una perfecta introducción tanto al escritor como a su obra, que en su caso lo primero también es importante: Estrambótico y sorprendente Harry Stephen Keeler. Un paseo quizá algo breve (de lo que nos gusta siempre queremos más, vaya, qué os voy a decir), pero desde luego suficiente para un primer acercamiento al que sin duda es uno de los escritores más raros del mundo. Y para redondear la satisfacción, a continuación se incluyen dos cuentos del maestro. Los servicios de un experto (The Services of an Expert, publicada en la revista 10 Story Book, de la cual Keeler fue editor de 1919 a 1940, en septiembre de 1914) es un buen relato, llevado con brío e interés y con un final sorpresa tan encantador como divertido. Una muestra perfecta, en pequeñito, del mejor Keeler. Del mismo también haría una versión en forma de minúscula pieza teatral que se publicaría en el año 1920 en la página editorial del semanario Chicago Ledger. El segundo relato, El expreso del valle pasa a su hora (Valley Express on Time, publicado por primera vez en el Ohio Farmer en 1913, después en la revista 10 Story Book en febrero de 1923), aunque escrito un año antes que el anterior es un buen ejemplo del Keeler más rebuscado y artificial. Si en el primero sorprendía la naturalidad con la que nos introducía en el engaño, aquí sucede lo contrario: todo es forzado y se nota la mano del autor empujando a sus personajes para que todo encaje en la sorpresa final. Pero no importa: Keeler también es así. Y ambas caras nos gustan.


Harry Stephen Keeler. Gran cantidad de fotografías en la página de Mark Allen dedicada a nuestro héroe, AQUÍ.

No puedo decir lo mismo de Sax Rohmer, un escritor que me suele aburrir bastante. Cierto que sus malévolos personajes orientales tienen su encanto, como es el caso de la protagonista de La llave del templo del cielo (The Key of the Temple of Heaven, publicado en The Story Teller en 1916), pero también este relato es una prueba un pelín dolorosa de sus limitaciones: trama de una simpleza soporífera, personajes adocenados, predecible hasta la extenuación y de una pobreza y una incapacidad notables a la hora de atraparnos en un ambiente de aventura o misterio. Siguen las secciones habituales de la revista: la reseña (más bien un resumen sin aparato crítico) del número 3, Buitres del mar, de la serie de libros Pabellón Negro obra de Arnaldo Visconti (Pedro Víctor Debrigode) de la mano de Alfredo Jiménez Cruz; y la segunda entrega de Tarzán: la aventura perdida de Edgar Rice Burroughs (acompañada de algunas ilustraciones de Tom Yeats). El artículo Mike Palabras: un héroe inclasificable, de José Ignacio Martínez Ruiz, dedicado a este más que atípico personaje dentro de la novela popular española es excelente en cualquier sentido: toda la información deseable sobre los diversos autores de la serie y comentarios a sus obras. Modélico en su combinación de pasión y documentación sin ceder a una fácil exageración reivindicativa.

Dos contra Tiro (Two Against Tyre) de Robert E. Howard es la dosis habitual en Barsoom del autor texano que hará las delicias de sus fans y que al resto de los mortales, qué demonios, nos resulta entretenido de verdad. La ambientación histórica no es más que un cambio de escenario para la ración esperada de leñazos que Howard sabía contar tan bien. Las páginas siguientes están dedicadas al gran H. P. Lovecraft (cada cual con su altar particular, es cierto). Tanto Fantasmagorías de linterna mágica de Óscar Mariscal, A propósito de los denominados “fenómenos paranormales” de Lovecraft, como Las casas de duendes de Providence, de nuevo de Mariscal, ya los habíamos leído en el libro El fantasma de la mansión Guir (The Ghost of Guir House, 1897) de Charles Willing Beale, en el cual se incluían complementándola. Nunca está mal volverlos a leer. 

Ya he comentado alguna vez (AQUÍ) que Lin Carter y Lyon Sprague de Camp no es que sean el colmo de la originalidad en sus historias adaptando e inventando nuevas aventuras para  Conan, el personaje de Robert E. Howard. Pero resultan efectivos y entretenidos y en La joya en la torre (The Gem in the Tower) una vez más consiguen ambas cosas con una aparente facilidad que no hace sino hablar muy bien de su trabajo. No es que el murciélago humano oculto en la torre de un mago y su secreto nos parezcan algo interesante. Ni siquiera con Conan de por medio. De ahí el mérito de los autores de este relato: consiguen atraparnos pese a nuestro desinterés inicial y nos conducen, con moderada emoción pero creciente atención, a través de una trama poco original pero con la magia que mantiene lo ya sabido cuando es narrado con clase y estilo. 


Strange Tales, octubre de 1932, cubierta de H. W. Wesso.

Y llegamos a una estupenda sección, para mí una total debilidad: Investigadores de lo oculto, centrada en esos personajes que se dedican a labores detectivescas relacionadas siempre con asuntos fantásticos y extraños. Esta vez el protagonista es Philip Hastane, creado por el magnífico Clark Ashton Smith. Hastane no es que sea el consabido detective de misterios, sino un artista, trasunto del propio Smith, que se ve envuelto en aventuras sobrenaturales. Javier Jiménez Barco de nuevo se encarga de escribir una excelente introducción al personaje incluyendo un repaso por todos los relatos protagonizados por él. Y como colofón al mismo se incluye Los cazadores del más allá (The Hunters from Beyond, publicado en Strange Tales en 1932). No es el Ashton Smith más evocador, capaz de esas evanescentes ensoñaciones terroríficas que nos apasionan, el que encontramos en esta ocasión, pero su capacidad para llevarnos en un solo párrafo a las puertas del horror se presenta poderosa hasta en este sencillo cuento. Y además se acompaña con ilustraciones de Virgil Finlay, así que no podemos pedir más. Complementa este apartado dedicado a Hastane un fragmento de una aventura protagonizada por él que Ashton Smith dejara inconclusa: La música de los muertos (The Music of the Dead).


Ilustración de Frank R. Paul.

Un breve y efectivo relato de terror de Carlos Saiz Cidoncha, La cueva del lobo muerto, escrita a la manera de “un suceso real” (o al menos así se me ha antojado), pone fin a la Zona Weird de la revista, la dedicada a la fantasía y el horror. La Zona Antares, la de ciencia ficción, se abre con una breve reseña dedicada a la utopía Montañas, mares y gigantes (Berge, Meere und Giganten, 1924) de Alfred Döblin: La fuerza de los volcanes islandeses en una novela oscura, barroca y salvajemente exuberante, de Augusto Uribe. Un espectacular portafolio de ilustraciones de Frank R. Paul ocupan las páginas siguientes. Son las que realizara para la novela de Hugo Gernsback Ralph 124c 41+: A Romance of the Year 2660 (1911), que por desgracia no he tenido la oportunidad de leer.


Startling Stories, otoño de 1954, cubierta de Alex Schomburg.

El manual de matrimonio (The Marriage Manual, publicado en Startling Stories en 1954) es un fantástico relato de una autora que siempre logra sorprenderme: Margaret St. Clair. La Ursula K. Le Guin de los pulps nos regala esta vez una historia desconcertante que mezcla sociología y xenobiología con cambios de sexo y ese afán locuelo de conocimientos que tan bien conocemos gracias a esos científicos dispuestos a todo que en número incontable nos ha ofrecido el género, también con su pizca de avaricia impenitente en su deseo de enriquecerse con ellos como sucede aquí, con unas formas sencillas pero de alcance profundo. Adoro a esta escritora, así que quizá me ciegue la pasión. Bienvenida sea.


Future Combined with Science Fiction Stories, mayo de 1951, cubierta de Leo Morey.

Firmado por Redacción de Barsoom, de nuevo tenemos ahora otra fantástica presentación de una serie de novelas que no puede resultar más prometedora: Dominic Flandry: espía intergaláctico. Confieso que no tenía ni idea de este personaje creado por Poul Anderson, pero sólo ya con el repaso breve a sus aventuras he disfrutado. Y como siempre en Barsoom, nada mejor para ilustrar un buen artículo que incluir un relato protagonizado por el héroe reivindicado. En Enemigos honorables (Honorable Enemies, publicado en Future Combined with Science Fiction Stories en mayo de 1951) es la primera vez que Flandry se enfrenta a su némesis, el agente mersiano Aycharaych de Chereion, y me ha parecido un cuento extraordinario. Primero, por presentar personajes tan apasionantes y con un “malvado” tan sensacional como el mentado agente mersiano. Y segundo, por ofrecer una de esas maravillosas historias donde la ciencia ficción va de la mano de una desbordante imaginación y una magnífica capacidad de mostrarnos otros mundos y lograr trasladarnos a ellos con una facilidad mareante. Un cierre genial que se certifica con la nueva entrega del Capitán Rido, de J. Hill y Julio Ribera, El rey de las montañas. Otra vez más Barsoom ha conseguido apasionarnos.


BARSOOM: la revista del pulp y la literatura popular. Número 11. Primavera 2010. La Hermandad del Enmascarado. 90 p.

2 comentarios:

Eufronio dijo...

No he leído "La joya en la torre", aunque creo recordar vagamente que conozco la historia por los viejos cómics de mi hermano (¿A dónde habrán ido a parar?).

De todas formas, si te interesan las historias de Conan, posiblemente la mejor recopilación de cuentos se encuentre en el volumen "La Reina de la Costa Negra y otros relatos", que hace poco publicó ediciones Cátedra.

Además, el prólogo del libros es muy interesante, pues expone la teoría de que Howard desarrolló en sus relatos su visión del ascenso y caída de civilizaciones (fuertemente influenciada por Oswald Spengler), que culminaría en los relatos "Más allá del Río Negro" y "Clavos Rojos".

En cuanto a la labor de Barsoom, no se puede hacer otra cosa más que alabarla. Aunque si hay que hacerle una pega, sería en el campo de la distribución, pues sus libros no son demasiado fáciles de conseguir fuera de tiendas especializadas como Cyberdark.

Un saludo.

Llosef dijo...

¡Hola Eufronio!

Son tiradas pequeñas y se agotan muy rápido. Hay que estar atento porque si no vuelan, jajaja, a mí se me ha escapado ya algún que otro libro de los que han editado por dormirme en los laureles de la tranquilidad. Entre ellos alguno de Howard... Pero bueno, es magnífico que Barsoom exista.

Muchas gracias por comentar y por tu recomendación. Habrá que echarle un vistazo a ese prólogo de Cátedra...

¡Un saludo!