domingo, agosto 05, 2012

EAM # 28: La fiebre del ajedrez, de Vsevolod Pudovkin y Nikolai Shpikovsky (1925)



Segundo comentario del mini ciclo dedicado al cine mudo cómico soviético en la página de cine de Emilio Luna El antepenúltimo mohicano. La fiebre del ajedrez (Shakhmatnaya goryachka, 1925), una locura de 19 minutos de duración dirigida por Vsevolod Pudovkin y Nikolai Shpikovsky, es la maravillosa protagonista. Película de propaganda que en manos de estos genios trasciende cualquier mensaje y se transforma en una trepidante carrera en busca del amor. Claro que si ese amor es a la pareja o al endemoniado juego queda a elección del espectador, jajaja. Una trama sencilla en su desarrollo pero de una prodigiosa imaginación y una forma de contar en imágenes de una frescura atemporal. Y divertida a rabiar, porque es imposible verla sin desternillarse de la risa. Puedes leer el comentario y además ver la película entera siguiendo el enlace





Mientras la desesperada novia espera a que su enamorado llegue a su cita matrimonial, este se entretiene a cada segundo: se celebra el Torneo Internacional de Moscú de ajedrez y a cada paso surge una distracción.



Hasta pidiendo perdón uno puede perder la concentración en las cosas del amor si el pañuelo que se utiliza para no mancharse el pantalón con el sucio suelo es a cuadros blancos y negros...



La fiebre por el juego afecta a todos por igual: campesinos, urbanitas, jóvenes, viejos, policías, los malhechores a los que van a detener...


Hasta los niños más pequeños y sus orgullosas madres que los observan arrobadas. Como soporte para el tablero cualquier sitio es bueno. Un orinal es lo más apropiado si estamos con bebés.




Todo conspira para que nuestro héroe no pueda escapar del diabólico juego. La entrada de un edificio es un tablero gigante por el que se tambalea consternado.


Diversas figuras del ajedrez mundial aparecen en la película, pero es el Gran Maestro cubano José Raúl Capablanca quien tendrá un importante papel en el devenir de la historia. Eso sí, en el mundo del ajedrez será toda una figura mítica, pero en el mundo del cine no hubiera ido muy lejos con esa pequeña manía suya de mirar de continuo a la cámara... 


Locura, fiebre y diversión en esta película tan pequeña en duración como enorme en talento. Un regalo para los amantes del cine.


3 comentarios:

Pato dijo...

¡Una de las que más me han gustado! Divertida y disparatada, original y entretenida, rusa... muy rusa. Me la quedo.

Llosef dijo...

¡Fantástica y sorprendente! Como Pato.

Pato dijo...

Ay, que me subes los colores! No, hombre, compárame con, yo qué sé, Destino Final 3...